¿Cómo se va a tomar mi hijo la llegada de un hermanito?

¿Qué puedo hacer para que no sienta celos?

¿Cómo voy a conseguir atender las necesidades de los dos niños en casa?

¿Va a retroceder en sus aprendizajes?

¿Va a pensar que he dejado de quererle?

¿Será mi hijo un príncipe destronado?

 

Todas estas preguntas rondan la cabeza de los papás que van a tener a su segundo hijo.

Hasta ahora su dedicación ha estado centrada en un solo pequeño y temen  que, con la llegada de un nuevo bebé, piense que sus papás han dejado de quererle…

Tranquilos, papás! hasta que no nazca el bebé y podamos conocerle todos no sabemos cómo se lo va a tomar el hermano mayor, de manera que leed estas pautas generales, ya iremos saliendo al paso de lo que vaya surgiendo.

Podemos empezar hablándole al mayor de la llegada de su hermano alrededor del segundo trimestre de embarazo.

Mejor ambos, padre y madre, sin fantasear.

Haremos ver a nuestro mayor que el nuevo miembro es de todos, es “nuestro bebé” y todos le querremos y cuidaremos.

Caso Práctico: ¿Qué sentirá Leo, el hermano mayor, cuando nazca Miguel?

Leo sentirá celos y esto es perfectamente normal e inevitable en gran medida. Los celos son universales, forman parte de las características de todo el ser humano y desaparecerán cuando, con el paso del tiempo, Leo compruebe que no hay motivos para sentirlos.

Una más que posible reacción de los primogénitos como Leo, es el retroceso a una fase más primitiva de su comportamiento y puede que se vuelva un poco más dependiente. La forma de responder a esta regresión es valorar y celebrar las muestras de independencia de Leo haciéndole pequeños encargos como avisarnos si llora el bebé o ayudar en el cambio de pañales…

No olvidéis que Leo comprende mucho más de lo que comúnmente creemos. Es cierto que sus facultades de expresión verbal todavía no están desarrolladas y le faltan palabras para explicarse pero entiende todo lo que le decimos y es capaz de responder a ordenes sencillas con mucha soltura. Nosotros, los adultos que le rodeamos, hemos de hallar para él esas palabras que no conoce aún y tener paciencia.

Aunque a medida que se acerque el nacimiento de Miguel estaréis más preocupados por la reacción de Leo, pensad que las diferencias de edad determinan el grado de cercanía que se da entre los hermanos y, cuanto menos tiempo se lleven Leo y Miguel más les gustará pasar tiempo  juntos y estarán más unidos.

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